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El Thangka de la Rueda de la Vida, una excepcional obra de arte tibetana, demuestra la riqueza de simbolismo y detalle intrincado que se encuentra en las pinturas budistas. También conocido como Bhavachakra, la Rueda de la Vida es una representación simbólica de la naturaleza cíclica de la existencia, aclarando los principios de samsara y karma dentro de la cosmología budista. El Thangka de la Rueda de la Vida encarna la esencia de las enseñanzas budistas, las Cuatro Nobles Verdades:
 

  • La existencia del sufrimiento terrenal;

  • El origen y la causa del sufrimiento;

  • La cesación o prevención del sufrimiento;

  • El camino de práctica que lleva a la liberación del sufrimiento.


El significado del mandala de la Rueda de la Vida profundiza en la causa de todo sufrimiento y sus efectos, reflejados en fenómenos terrenales. En el centro de la pintura, tres animales a menudo simbolizan las aflicciones primarias: un cerdo - símbolo de ignorancia, una serpiente representando aversión y un gallo significando apego. Estas criaturas se entrelazan, ilustrando la interconexión de estas aflicciones y su papel en la perpetuación del ciclo de renacimiento.

Rodeando el núcleo central, surgen seis reinos de existencia: el reino de los dioses, el reino de los semidioses, el reino humano, el reino animal, el reino de los fantasmas hambrientos y el reino del infierno. Cada reino transmite un aspecto específico del sufrimiento y encarna las diversas experiencias dentro del samsara. Representado en una forma circular, el mandala de la Rueda de la Vida sirve como un recordatorio visual del ciclo continuo de nacimiento, muerte y renacimiento, así como del papel del karma en la determinación de la posición de uno en el ciclo. El propósito y símbolo último de la pintura es guiar a los espectadores fuera del mundo del sufrimiento y hacia el reino más allá, conocido como Nirvana.

Wheel of Life Thangka Painting. Gammas Art Gallery
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