El Sri Yantra, a menudo conocido como el "Yantra de Tripura Sundari", es uno de los símbolos más venerados e intrincados del arte hindú y tibetano. Esta sagrada representación geométrica encierra un profundo significado espiritual y metafísico, que resuena en los reinos del budismo y el hinduismo.
El término "Sri Yantra" puede traducirse como "instrumento para la riqueza". No sólo simboliza la prosperidad material, sino también la abundancia espiritual y el bienestar. En el fondo, significa la divinidad de lo femenino, a menudo asociada con la diosa Tripura Sundari, y el equilibrio de las energías masculina y femenina en el universo.
Este intrincado diagrama consta de nueve triángulos entrelazados, cuatro apuntando hacia arriba y cinco hacia abajo, formando una compleja red de triángulos y pétalos de loto. Cada elemento del Sri Yantra tiene su propio simbolismo:
Triángulos: Los triángulos que apuntan hacia arriba representan lo masculino, lo divino y Shiva, mientras que los que apuntan hacia abajo simbolizan lo femenino, lo terrenal y Shakti. La fusión de estas energías simboliza la unión cósmica.
Pétalos de loto: Los pétalos de loto que encierran los triángulos significan el despertar y el florecimiento de la conciencia espiritual.
La intersección de triángulos y pétalos de loto crea una serie de patrones y formas, cada uno con un significado espiritual único.
La influencia del Sri Yantra se extiende al arte tibetano. En las pinturas Thangka, este símbolo se incorpora ocasionalmente, subrayando su significado espiritual y meditativo. Esta fusión de elementos hindúes y budistas encapsula la interconexión de las tradiciones espirituales, destacando la universalidad de las búsquedas espirituales.
El Sri Yantra es una encarnación de profundo significado e intrincado simbolismo en el arte hindú y tibetano. Ilustra el equilibrio de las energías y la búsqueda del bienestar material y espiritual. Su influencia va más allá de las fronteras religiosas, uniendo diversas tradiciones en un único símbolo, y sigue inspirando a los buscadores del camino espiritual de todo el mundo.
'Todas nuestras pinturas provienen del lugar de origen de los Thangkas, que es Tíbet, Nepal, India del Norte y Bután. Dependiendo del tamaño y la calidad de los detalles, puede llevar hasta tres años a un artista completar una sola pieza, utilizando oro de 24 quilates, plata esterlina y minerales preciosos y semipreciosos del Himalaya'.